domingo, 2 de octubre de 2011

Las razones del corazón


No desaparezcáis,no desaparezcáis...

1 comentario:

José Antonio Calvo dijo...

¿Una súplica a las razones? No sé, no sé..., pero parece que llevamos dos domingos alimentándonos de melancolías. No, melancolías, no. Si no me engaño, sólo son el vestido de la esperanza.
Miremos más en lo profundo y allí descubriremos el brillo del fuego.
Buena semana, mi buena amiga María.