viernes, 22 de julio de 2011

Wonder why the right words never come



Desde que escuché esta canción por primera vez (creo que fue hace unos 10 años), siempre me he imaginado la misma escena: un bar de carretera con carteles luminosos de neón (typicall american), botellas de cristal con cerveza Desperados (con tequila, claro) y un atardecer (aunque la canción hable de amanecer) entre anaranjado y violeta... Dos personas sentadas en un murete a las afueras del bar, frente a un descampado y contemplando el atardecer.

(Claro que es una imagen recurrente; hemos visto muchas similares en varias películas y, la mía, en concreto tiene un aire a la atmósfera de My blueberry nights)

1 comentario:

José Antonio Calvo dijo...

Pero qué bien!!! Un post de equilibrio entre lo visual y lo sonoro. Y, sobre todo, una descripción muy de Cuaderno Gris, aunando la idealización con la realidad y consiguiendo la belleza de la novedad y el entusiasmo de la reminiscencia. Hasta pronto!